La historia de Laika

Laika es la pequeña Bichón Frisé de nuestra cliente Alexandra Folch.

Tuvo la desgracia de ir a parar a una tienda de animales de las muchas que hay en España en las que solo se intenta ganar dinero, sin importar si se está comerciando con animales o con sillas de Ikea.

Supongo que habrá de todo como en cualquier negocio pero nunca me han gustado este tipo de tiendas. Los animales dan la impresión de ser meras mercancías que no importan a nadie. Prefiero no preguntarme qué hacen con los que no venden.

En fin, que Laika tuvo la suerte de ser comprada por Alexandra. Pero Laika en un principio no era Laika ya que la compró pensando que era macho (alucinante). Ni tan siquiera acertaron con su fecha de nacimiento (sin comentarios).

Total que se la llevan a casa y la pobre perrita no para de rascarse y la descubren muchas heridas en la piel. Se la llevan al veterinario y la cosa es pero de lo que esperaban porque tienía parvo. El Parvovirus canino es una enfermedad muy grave y contagiosa que ataca a los cachorros de perro y que, si no se coge a tiempo es mortal.

El veterinario no les dio demasiadas esperanzas (tan solo un 30% de posibilidades de sobrevivir) pero Alexandra decidió afrontar el coste económico del tratamiento que entre otras cosas implicaba el ingreso de Laika durante 9 días en la clínica. ¿Cómo es capaz una persona de gastarse un dineral en el tratamiento  de un perrito con el que tan solo ha convivido un día y con tan pocas posibilidades de sobrevivir? Pues muy sencillo, porque hay gente que no puede abandonar a un animal por costoso que sea no hacerlo. En realidad mi pregunta sería: ¿cómo es posible que haya gente que no lo haga?.

Afortunadamente todo salió bien, Laika superó su enfermedad y ahora disfruta de una vida feliz gracias a unos dueños responsables y cariñosos a los que aplaudo desde aquí.

Puede que os preguntéis qué hizo el de la tienda. Pues como no podía ser de otra forma  se desentendió completamente del problema y como solución ofreció otro cachorro a cambio de dejar morir a Laika. Para qué ofrecerse a pagar el tratamiento si se puede tirar al perro a la basura y sustituirlo por otro. En fin, sin palabras.

Laika tiene además la suerte de vivir en una familia que se preocupa por su alimentación y así llegó a nosotros. Ahora come Taste of the Wild, pero ya ha pasado por otras buenas marcas como Acana (que afortunadamente para nosotros no dio el resultado esperado)

No tengo la menor duda de que ya sea en Mimopets o en otra tienda, Laika contará en el futuro con los mejores productos que su dueña Alexandra pueda encontrar.

¡Enhorabuena Laika!